Tomar café en casa con una moka es un ritual imprescindible.
Ya sea un descanso después del almuerzo o un descanso por la tarde, es importante prepararlo de la mejor manera posible, siguiendo algunos pequeños pero fundamentales trucos.
Primero veamos las partes que componen la moka
EL AGUA
Llene la caldera hasta la válvula con agua filtrada o agua embotellada.
¡Nunca use agua del grifo!
LA TEMPERATURA
Es importante usar agua caliente para evitar quemar el café.
EL CAFÉ
Llene el filtro hasta justo debajo del borde, tratando de nivelarlo para tener una extracción más homogénea.
LA LLAMA
Mantén la llama a media potencia, en cuanto empiece a salir el café, redúcelo al mínimo. Retire el moka del fuego tan pronto como comience a burbujear.
LA CUBIERTA
Mantenga la tapa abierta para evitar que el colector se caliente demasiado.
SERVICIO
Después de la extracción, revuelva siempre con una cuchara antes de servir el café.
LIMPIEZA DIARIA
Fundamental para el éxito de la moka es lavar cuidadosamente cada parte después de cada uso.
A diferencia de lo que piensas, es posible usar detergentes para lavar platos que se enjuaguen con abundante agua caliente. Si se quita la junta, también se permite el lavado en el lavavajillas.
LAVADO SEMANAL
Una vez a la semana, se recomienda sumergir todas las piezas en un recipiente con agua hirviendo con una cucharada de vinagre blanco, lo que ayudará a eliminar las incrustaciones y restos de cal y eliminar cualquier residuo. De forma regular, también es útil limpiar el depósito: para ello, recomendamos llenarlo hasta la mitad con agua y hasta la mitad con vinagre blanco, y poner la moka en el fuego. Cuando salga la mezcla, traerá consigo también la caliza espesada en las partes internas. Antes de volver a utilizar la cafetera, es mejor hacer un café vacío para eliminar los restos y el sabor a vinagre. Una alternativa al vinagre puede ser el bicarbonato de sodio.
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