Detrás de una gran mujer hay una adolescencia de mierda (Segunda cita con Enrica Tesio que nos ha seleccionado este texto dedicado a la mujer.)

Detrás de una gran mujer hay una sombra del pasado. Al mediodía, cuando el sol está más alto, desaparece. Hay una adolescencia con todo un repertorio de insuficiencias, llenas y vacías. Recuerdas la adolescencia cuando creces como un parque de atracciones ruidoso, pero cuando lo atraviesas solo ves los espejos deformantes: demasiado gordos, demasiado cortos, demasiado largos, demasiado planos, demasiado espantosos. También está el la indiferencia… con lo que te atrapa y te tira, te hace volar, pero es un círculo vicioso. Y la casa de los horrores, tan hogareña, tan familiar. La comida no nutre y la diversión también da miedo.

Detrás de una gran mujer hay ex, ex novios, ex amigos, ex trabajos. "Ex" tiene esa x que es parece una cruz donde una vez hubo un tesoro. Pero "ex" en latín también significa "de", como "salir de", "venir de" y si lo piensas, los ex también son raíces, de ahí vienes, de ahí empiezas de nuevo.

Detrás de una gran mujer hay inviernos interminables. Los años se cuentan en primaveras, pero la madurez se mide en inviernos. Y aprendes de los árboles, que los árboles están locos por desnudarse cuando hace frío, pero no, abandonan lo superfluo, hacen objetos y esperan. Y aprendes de los rizos que se cierran y las espinas salen, no entra. Aprendes que el letargo no es una alergia al invierno, aprendes la hibernación, como un respiro lleno de vida y melancolía.

Detrás de una gran mujer hay otra igual y más pequeña, maligna, habla y apuñala, donde duele. Si lo ignora, desaparece.

Detrás de una gran mujer hay otra igual, ladra y muerde. Si lo acaricias, se detiene.

Detrás de una gran mujer no hay lado b ni factor c. Una gran mujer suele saber decir trasero sin problemas y sobre todo sabe reconocer cuando lo tuvo y cuando lo hizo.

Detrás de una gran mujer no hay migajas para encontrar el camino. La pregunta no es cómo regresar, sino si es apropiado regresar.

Detrás de una gran mujer hay un futuro que no da miedo y el "mañana será otro día" no es una amenaza.

Alrededor de una gran mujer hay un círculo de personas, proyectos y todo se mantiene frente a las leyes de la física y la razón.

Junto a una gran mujer, a veces hay un hombre. Ella lo mira: "qué gusto haberte conocido", él sonríe: "encantado de querer conocerte un poco más cada día".

Detrás de una gran mujer hay malentendidos, traiciones, golpes dados, recibidos, esquivados. Están los "nunca más" y los "nunca digas nunca", está el deseo de dar sentido a las tonterías y de comprender incluso cuando no hay nada que comprender.

Detrás de una gran mujer hay una mujer que acepta ser grande. Con toda la carga de dolor, sufrimiento y belleza. Sobre los hombros.

 

El primer texto dedicado a las mujeres se puede encontrar aquí.


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