La Taza perfecta

Descubriendo la taza perfecta para beber café expreso.
A los amantes del café, a ustedes que se despiertan mejor si ya tienen en la nariz el olor de la cafetera al fuego. A ti que eliges cuidadosamente la taza perfecta para saborear la amada bebida negra. Para usted, ¿quién usa la excusa "nos vemos para un café"? a saborear tu bebida favorita una vez más, ya ti, que si tienes una duda que resolver, una pregunta que responder, un problema que enfrentar ... te "cargas" de un buen café.
Y buenos días para ti, hacer café es tu trabajo.
Tú, que eres dueño de un bar o trabajas en un bar, y sabes bien que en ese primer café del día, en esa taza borracha apurada a las dos de la tarde, en esos cafés que se sirven a esos dos tíos que miran en cada uno A los ojos de los demás, es mucho más que un simple polvo molido y una molécula de cafeína.
En esos cafés hay ilusiones y sueños, hay energía, hay ganas de detenerse un momento, juntar ideas y empezar de nuevo: sabes que un café nunca es "solo" un café.
Aquí, este artículo es para todos ustedes: hoy veremos que, especialmente si se sirve en la taza adecuada, el café expresa mejor su potencial.
La taza de café perfecta: ¿qué características debe tener?
taza de café perfecta
Si el encuentro con la taza es el primer paso de la "experiencia del café", también es cierto que en la taza de café perfecta no se deja nada al azar. Veamos juntos cuáles son las características que debe tener:
Capacidad: la capacidad debe ser de 60 ml, máximo 90 ml.
Material: debe ser resistente y con buena inercia térmica para mantener el calor adecuado. El material perfecto para una taza de café es la porcelana, un tipo particular de cerámica que se cuece entre 1300 y 1400 grados y por tanto conserva sus propiedades organolépticas,
incluso en contacto con líquidos muy calientes.
Color: el color ideal es el blanco (y esto confirma la excelente elección de la porcelana). De hecho, el blanco permite percibir de forma natural el color de la bebida y las distintas tonalidades de la crema en la superficie.
Borde: el borde sobre el que descansan los labios debe ser fino, porque transmite una sensación de mayor finura y permite saborear mejor la crema.
Fondo: el fondo también debe reflejar algunas características y la más importante es la curvatura. De hecho, debe estar libre de bordes y esquinas, también para permitirle mezclar café para aquellos que quieran agregar azúcar.
Diámetro: el diámetro puede ser variable y no debe ser demasiado pequeño. Su tamaño debe ser suficiente para vivir plenamente la experiencia olfativa, que es el primer encuentro que tenemos con el café.
Los detalles que marcan la diferencia
La taza de café perfecta, por tanto, es de porcelana blanca, de gran diámetro y borde fino, con fondo curvo.
Otros detalles importantes son sin duda el mango y el platillo: el mango es esencial para el agarre, el platillo para la estabilidad cuando se sirve la taza.
Por lo tanto, el mango debe ser fácil de agarrar, ni demasiado pequeño ni demasiado grande, lo que le permitirá sostener la taza en la mano sin sentir demasiado calor.
El platillo debe ser lo suficientemente grande para colocar la taza y la cucharadita encima.
Tazas de café para bares
Un verdadero amante del café puede no notar necesariamente todos estos detalles, pero podemos estar seguros de que apreciarán la experiencia en general.
Son los detalles los que marcan la diferencia, tanto cuando el café se bebe de pie, corriendo, en una mañana lluviosa, como cuando se bebe con calma, entre palabras, charla y sonrisas.
Intenta pensar rápidamente cuántas historias de amor feliz, amistades eternas, relaciones laborales duraderas, discursos complejos, grandes anuncios han tenido una taza de café como escenario: aquí es exactamente donde se necesita la taza perfecta, para acompañar los pequeños momentos que hacen una diferencia en la vida.

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