Algunas buenas prácticas para marcar la diferencia en tu restaurant
Sostenibilidad, desperdicio y reducción de desperdicios, economía circular, enfoque verde: estas son las palabras clave que están ingresando al sector de alimentos y bebidas con cada vez más fuerza. El cambio de perspectiva es necesario por ley (la normativa irá cada vez más en esta dirección) pero también por la necesidad específica de un mercado que quiere trabajar para limitar al máximo el impacto ambiental, con las consiguientes ventajas también en términos de coste. reducción. Estos son nuestros consejos para los bares que quieren hacer un aporte al medio ambiente en su trabajo diario:
- Elegir materiales usados o reciclados para el mobiliario, dando nueva vida a objetos que de otro modo estarían destinados al final de su vida, con miras a la perfecta economía circular. Estos también le darán una connotación personal al lugar, comunicando de inmediato su filosofía sostenible y diferenciándolo de la competencia. Obviamente, la elección del mobiliario y los materiales relacionados dependerá del tipo de lugar que desee crear y del ambiente refinado, pero recuerde siempre guiñar el gusto y el diseño. Si aún estás en la búsqueda de la ubicación perfecta, no subestimes la posibilidad de recuperar espacios previamente asignados a otros usos y quizás abandonados, que con una cuidadosa renovación podrían devolverle un encanto único.
- Hacer el reciclaje, y hacerlo bien, organizando un área especial para la recogida de diferentes residuos, también a disposición de los clientes.
No olvides que este espacio puede ser una excelente oportunidad para comunicar tu sensibilidad hacia el tema, quizás con un cartel gráfico real que explique tu compromiso en puntos.
- ¡Mejor a granel! Dé preferencia a la administración de zumos, naranjas y refrescos de barril: evitará así una gran cantidad de envases superfluos y probablemente podrá garantizar también a su cliente un precio más económico. Las botellas de vidrio retornables son una alternativa válida y virtuosa.
- Abolir los desechables tanto como sea posible: elija la alternativa duradera o, si esto no es posible, opte por materiales reciclados, reciclables y compostables. Incluya también los productos que utiliza para la limpieza, detergentes, jabones y perfumistas en esta buena práctica comprando productos sueltos o recambios especiales.
- Luchar contra el desperdicio de alimentos: además del aspecto económico y más aún del aspecto ético y moral, comprender en profundidad lo que se vende y lo que menos permite no tirar demasiada comida, salvando al medio ambiente del consumo innecesario y nocivo de recursos.
Los datos de la FIPE hablan claramente del problema: el 80% de los restauradores entrevistados reconocen como significativo el desperdicio de comida en el restaurante, que se produce mayoritariamente durante el consumo final (la gente adelanta la comida pedida en su plato), en la compra y en la preparación. Las formas de superar este grave problema pueden ser diferentes y complementarias. En primer lugar, ofrezca al cliente la oportunidad de llevarse cualquier alimento que no haya consumido utilizando la ahora famosa bolsa para perros: si usted es el primero en ofrecer esta nueva oportunidad, al anunciarlo y declararlo explícitamente, nadie se sentirá avergonzado. y habrás ayudado a reducir el desperdicio de alimentos. Para que esta práctica sea verdaderamente sostenible, puede proponer directamente envases ecológicos, duraderos y estéticamente agradables, tal vez personalizados con el logotipo de su restaurante.
Luego evalúe si las porciones son adecuadas o si por el contrario son demasiado abundantes; recuerda que, con creatividad, estudio y pasión, puedes proponer usos alternativos también utilizando partes de los productos menos conocidos. En general, no hay necesidad de una propuesta de receta demasiado compleja o extensa, ya que se corre el riesgo de crear confusión y hace que el análisis sea mucho más complejo y menos efectivo.
Vender (¡o regalar!) Alimentos no vendidos al final del día a precios moderados; Algunas aplicaciones (por ejemplo, togoodtogo) permiten que los locales se conviertan en parte de un circuito que ofrece a los clientes cajas de alimentos que pronto vencerán a un precio realmente competitivo. Probablemente con una herramienta de este tipo también traerás al recinto nuevos clientes potenciales, perfectamente en target, que te conocerán por primera vez a través de una actividad virtuosa.
- Ofrecer menús de temporada, respetando la producción agrícola sostenible: los productos expresarán todas sus mejores propiedades organolépticas, en beneficio del sabor y el respeto por la naturaleza (y, por supuesto, costarán menos si se compran en el momento adecuado). Pero tenga cuidado de no dejarse llevar demasiado y querer proponer cambios con demasiada frecuencia, porque es posible que los clientes no tengan tiempo de notar la renovación y, en consecuencia, no puedan apreciar plenamente el esfuerzo. El marco de tiempo óptimo es de 3 meses.
- Premiar el comportamiento virtuoso de los clientes ofreciendo descuentos a quienes lleguen en bicicleta, o traer botellas de agua o contenedores para llevar lo que compren en el restaurante.
- Transfiere tu filosofía a tu personal y hazlos partícipes del proyecto, sensibilizándolos sobre la cultura del ahorro energético, la recogida selectiva y la reducción de residuos. Todos los miembros del personal deben adherirse a un proyecto de sostenibilidad: cada acción o comunicación debe ser coherente para que la elección se perciba como real y auténtica.
- Utilice fuentes de energía sostenibles, reduzca el consumo de agua mediante el uso de reductores de flujo especiales en los mezcladores, prefiera los secadores de manos a los de papel, elija electrodomésticos que ahorren energía.
- Seleccionar proveedores que tomen decisiones virtuosas en términos de embalaje, reducción de residuos y elección de materias primas. Elegir socios también en base a criterios éticos / ambientales, posiblemente con certificaciones que, además de proteger el medio ambiente, garantizan altos estándares de calidad, ayudarán a que su oferta sea única y valiosa.
Todas estas buenas prácticas que requieren sensibilidad, preparación, compromiso y un cambio de perspectiva, deben ser claramente compartidas y explicadas a los clientes, quienes darán un valor al lugar y lo diferenciarán en virtud de ello de la competencia.