Cómo almacenar granos de café

El aroma es una de las características fundamentales de un buen café: para apreciarlo al máximo y obtener una bebida densa y fragante a la altura de nuestras expectativas, es necesario conservar cuidadosamente sus granos. De hecho, los amantes del espresso saben bien que encontrar el aroma persistente e intenso que desprenden los granos de café en la taza no es nada sencillo, pero existen algunas medidas sencillas para evitar que se disperse. Veamos juntos cómo almacenar los granos de café y cuáles son los trucos para mantener intacto el aroma.


Granos de café: características y dispersión aromática

En comparación con el café molido, los granos de café no solo resisten mejor el deterioro, ya que la mezcla molida está más expuesta a la oxidación, sino que también garantiza la máxima fragancia de los aromas, que se liberan solo en el momento de la molienda, como sucede en la barra.


Sin embargo, incluso los granos de café tienen una "duración" limitada en el tiempo: su pico aromático es entre 18 horas y 10 días después del tostado. Por lo tanto, los amantes de los granos de café deben prestar la máxima atención a la limpieza del molinillo y comprar el producto solo cuando esperan consumirlo en las próximas dos o tres semanas.


En el mercado es posible encontrar café tanto envasado al vacío como en lata. Ambas soluciones son seguras, aunque el envasado al vacío es sin duda más práctico y menos voluminoso para su eliminación.


Los enemigos de los granos de café

El almacenamiento adecuado de los granos de café es esencial si no desea que el aroma de los granos se disperse después de un breve período de tiempo. A través del tostado, de hecho, los granos además de aumentar su volumen, también se vuelven más porosos y fácilmente atacados por el aire y la humedad.


Además, en la alubia tostada hay una parte lipídica (formada por grasas naturales) que, si entra en contacto con los agentes atmosféricos, puede enranciarse.


Los principales factores atmosféricos que pueden comprometer la frescura y aromaticidad de los granos de café son:

  • aire
  • humedad
  • calor
  • luz

Dado que el contacto con el aire y la humedad pueden modificar las cualidades organolépticas de los granos, el envase más adecuado para la comercialización del café es el envasado al vacío: es fundamental mantener inalterados los aromas y fragancias de "cafetería" y conservarlos incluso durante el transporte. almacenamiento y venta. Sin embargo, incluso si presta mucha atención, es necesario recordar que el aire y la humedad se filtran en los contenedores cada vez que se abren. Además, incluso la luz y el calor, junto con los cambios bruscos de temperatura, pueden dificultar la correcta conservación del café.

Granos de café: cómo almacenarlo

Para conservar los aromas de los granos y asegurar una buena conservación del café, es necesario tener en cuenta estas pocas y sencillas indicaciones:

Utilice un recipiente hermético no transparente

La mejor solución para almacenar los granos de café es verterlos en frascos herméticos, preferiblemente de vidrio (no transparente), cerámica, acero o plástico de alta calidad. Es importante que los materiales no desprendan olores y que el aire y la luz no se filtren a través de los frascos. Además, es preferible no utilizar un recipiente demasiado grande para la cantidad de café que contiene, para evitar crear un volumen excesivo de aire en su interior. Una buena solución podría ser, por ejemplo, el uso de latas con posibilidad de envasado al vacío (mediante bombas manuales o mecánicas). Recuerda lavar siempre el recipiente después de vaciarlo, antes de llenarlo con el café del nuevo paquete.

Guarde el recipiente en un lugar seco y fresco.

Tal como se informa en el empaque, el frasco hermético debe colocarse en una alacena cerrada y lejos de fuentes de calor, como radiadores, hornos y motores de refrigeradores. Recuerda colocar el recipiente sobre un mueble alto que no esté directamente iluminado por los rayos del sol. La temperatura correcta de conservación del café oscila entre los 15 y los 25 grados centígrados, con una humedad del aire cercana al 50%.

Moler los granos antes del consumo. 

Para conservar el café en toda su riqueza aromática, es importante que los granos se muelan inmediatamente antes del consumo, en pequeñas cantidades. Esto se debe a que el 50% del aroma se pierde a la media hora de molido, por lo que es posible que no lo encontremos en nuestra taza.

Almacenar granos de café: qué no hacer

Existen algunos mitos y creencias populares sobre la conservación del café, que pueden ser perjudiciales para el mantenimiento del aroma. Veamos juntos qué no hacer si desea almacenar adecuadamente los granos de café:

Guarde el café en el refrigerador.

Aunque es un hábito muy común, no se recomienda guardar los granos en el refrigerador o congelador. Los choques térmicos y los cambios bruscos de temperatura provocados por la salida del frigorífico pueden dar lugar a la formación de condensación en el envase, uno de los principales enemigos de la conservación. Si el recipiente de café se coloca en el congelador, los aromas de los granos se deprimen y las grasas naturales se dañan.

Agregar elementos en el café

Otra creencia común es la que prevé la introducción de algunos objetos extraños en el café, con el fin de mantener la humedad natural del café. Por ejemplo, entre los más utilizados están los corchos o la piel de una manzana, pero es bueno evitarlos, porque se corre el riesgo de favorecer el enranciamiento y contaminar el auténtico aroma del café.

Ahora que ya sabemos cómo almacenar los granos de café, solo nos queda equiparnos con un cómodo molinillo de café y ponernos manos a la obra para obtener una bebida con un sabor fuerte y un aroma inconfundible!


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